LOS PIQUETEROS VUELVEN A LA CALLE

Mañana miércoles 25 de enero la Unidad Piquetera se movilizará en el país, repudiando el retiro de los programas Potenciar Trabajo a 160 mil familias. En Córdoba la concentración tendrá lugar desde la hora 10 en la esquina céntrica de las avenidas Colón y General Paz.

Emanuel Berardo dirigente del Polo Obrero declaró:  «estamos ante un ajuste salvaje contra quienes menos tienen. No hay ningún objetivo de transparencia, el objetivo es avanzar con despidos masivos del programa a pedido del FMI, que reclama recortar el gasto en asistencia social, tal como lo hicieron con jubilado/as y como vienen haciendo con el salario de los y las laburantes, frente a las altísimas y extraordinarias ganancias de las empresas. No se trata de familias que salieron de su situación de pobreza o dejaron de cumplir los requisitos del programa, al contrario, no pudieron realizar la actualización de datos por internet por la falta de conectividad y de servicios básicos en pueblos y barriadas de todo el país. Es decir, se trata de 160 mil personas en situación de extrema vulneración social que van ver recortado su único ingreso miserable de menos de $33.000 cuando la canasta básica para no ser pobre llega a $150.00,  y la de indigencia a $67.000. Muchas personas afectadas son mujeres que son sostén de sus hogares».

Concluyó Berardo: «la Unidad Piquetera llama a movilizarse en todo el país. Solicitamos una reunión con la ministra Tolosa Paz para reclamar: el cese de los despidos del Programa Potenciar Trabajo, que todas las personas afectadas sean citadas en su distrito, por la apertura para todos/as lo que lo necesitan y por el aumento del monto del programa a un salario igual a canasta básica para que ningún trabajador/a este por debajo de la línea de pobreza».

Por su parte Soledad Díaz, dirigente del Partido Obrero sostuvo: «sin lugar a grietas, desde el Frente de Todos hasta los gobiernos provinciales, cómo Schiaretti en Córdoba, y la oposición de derecha de Cambiemos, Bullrich y Milei son parte de una campaña de estigmatización y ataque contra las organizaciones sociales para poder llevar adelante esta ofensiva, que cuenta con el aval de las burocracias de Persico y Grabois. Actúan en defensa de los intereses del FMI y las patronales, son los garantes de la política de  hambre. Llamamos a la máxima unidad de ocupados y desocupados en un paro y plan de lucha para defender el trabajo, el salario y las jubilaciones».