CONTRAPUNTO EN SALUD

La Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) realizó hoy asamblea y semaforeada en el polo sanitario, debido a las bajas en los contratos que se siguen notificando. “Ya son más de 120, nos deben licencias, nos falta personal y el gobierno se pone a desmantelar lo que queda en los hospitales”, dijeron desde el gremio.

En tanto el Secretario de Salud de la Provincia Carlos Giordana le dijo a GEF Informa que fueron casi 3900 los contratos dados de baja en el sector salud y que solamente 404 no fueron renovados automáticamente por inconsistencias que se están analizando.

Giordana además adelantó que en el día de la fecha se detectaron 42 contratos de mujeres embarazadas de alto riesgo, que habían tenido complicaciones, por lo cual fueron reincorporadas al servicio.

Audio: Carlos Giordana (Secretario de Salud – Córdoba)

No obstante desde UTS emitieron un comunicado en donde expresan: “ Una vez más, el ejecutivo provincial miente. Cambió Schiaretti por Llaryora, pero el cinismo y la mentira continúan. En un comunicado falaz, el nuevo ministro Pieckenstainer acusa al equipo de salud provincial de «baja productividad y gran ausentismo».

Es llamativo, porque el mismo ministerio hace pocos meses nos construyó un monumento en la explanada del Hospital de Niños donde ponía en valor a “un equipo de salud que siempre priorizó el bienestar de nuestra gente. Un equipo de salud que supo adaptarse y reinventarse a las diversas necesidades y modalidades de atención y abordaje hacia nuestra comunidad».

En realidad, estamos ante una nueva y artera maniobra, y se lo queremos advertir a la comunidad cordobesa. La descalificación del equipo de salud tiene el solo fin de aplicar un nuevo ajuste en la salud pública y que así seamos los trabajadores y pacientes los que tengamos que cargar con una crisis que no provocamos.

El ausentismo por carpetas médicas que se alega, es controlado por Medicina Laboral y por una empresa tercerizada: Lavoris. Y cada caso es autorizado por el Ministerio de Salud.

Es decir, al aportar estos argumentos, queda evidenciado el absoluto desprecio de los funcionarios por la salud de los que cuidan. Así también quedó demostrado con el despido -en los últimos días- de compañeras embarazadas, en periodo de lactancia o en tratamiento oncológico.

Al gobierno de Llaryora todo lo relacionado con lo humano le es ajeno.

En otro punto del comunicado se señala la poca «productividad”. Parece una obviedad, pero hay que aclarar que el equipo de salud no produce nada: realiza promoción de la salud, tareas de prevención y llegado el caso, estrategias terapéuticas.

La lógica mercantilista del nuevo ministro es ajena al sanitarismo. En las corporaciones de la salud privada, de donde él proviene, el máximo objetivo es la rentabilidad y por eso la salud es una mercancía. Para nosotros, la salud pública es un derecho y como tal lo defendemos y seguiremos haciéndolo.

Como decía al principio, los más de 150 despidos y el intento de instalar una campaña de desprestigio, tienen dos objetivos: disciplinarnos y de esa forma seguir socavando nuestro salario, al mismo tiempo que intentan profundizar la privatización de la salud pública de Córdoba.

No se lo vamos a permitir. Por eso, este martes 9 pararemos en toda la provincia. En salud no sobra nadie”.