
Córdoba
LA CIUDAD DESIERTA
La madrugada de este domingo no fue una más. Hacía pocas horas que el Gobierno Municipal había suspendido la apertura de boliches y bailes, y más allá que se haya cumplido o no con ese decreto los jóvenes desaparecieron de las calles de Nueva Córdoba.
Si bien la lluvia colaboraba para que la gente se quedara en sus casas, las calles se mostraban desiertas, las paradas de taxis con largas colas de móviles desocupados, los bares con muy pocos asistentes, lo que pareciera que la gente ha tomado conciencia de los recaudos que debemos tomar frente a una crisis sanitaria como la que empezamos a transitar en nuestro país por estos días.
Solo por algunas ventanas de los edificios se escuchaban voces de reuniones de amigos, pero a muy pocos se los veía caminar por las veredas que hasta ayer estaban repletas de gente.
